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martes, 12 de julio de 2011

El centro con mayor porcentaje de éxito en la rehabilitación de drogadictos, abre casa en Barcelona


La Comunidad del Cénaculo
El centro con mayor porcentaje
de éxito en la rehabilitación de
drogadictos, abre casa en
Barcelona
Su hoja de ruta se basa en la oración, amistad y
trabajo, y está fundado por la religiosa italiana
Elvira Petrozzi.
Actualizado 12 julio 2011
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Zenit  
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La Comunidad Cenáculo, dedicada a la rehabilitación de drogodependientes, ha abierto su primera casa en España, concretamente en la rectoría de la parroquia de Fogars de Montclús, en la provincia de Barcelona.Monseñor Josep Àngel Sáiz, obispo de Terrassa, presidió el pasado 2 de julio una misa en la parroquia de la pequeña localidad, situada en pleno Montseny, con motivo de la inauguración de la casa, que acoge doce residentes en este primer momento.En su homilía, el obispo habló sobre los pilares de la Comunidad Cenáculo: la oración, el trabajo y la amistad, y agradeció su presencia en la diócesis.

También hizo referencia al Inmaculado Corazón de María,

fiesta del día, destacando la firmeza de la
Virgen y su respuesta generosa a la llamada
de Dios, informó el obispado de Terrassa.

A imagen de ella, añadió,

los cristianos deben mantenerse firmes en
medio de las dificultades y con un profundo
sentido de servicio.

Después de la misa, se realizó el traslado del

Santísimo al oratorio habilitado en las dependencias
de la comunidad y finalmente los asistentes,
cerca de un centenar, compartieron un refrigerio.

“En su momento -recuerda un comunicado

del obispado de Terrassa-, responsables
de la entidad se pusieron en contacto con
el obispo de Terrassa para explorar la
posibilidad de instalar una comunidad
en el territorio diocesano, preferentemente
en un espacio aislado y donde se pudiera
favorecer el trabajo y la oración”.

La propuesta se trató en los organismos

diocesanos y se estudió la posibilidad
de ubicar las instalaciones en la rectoria
de la parroquia de Fogars de Montclús.

El párroco, Ignasi Fuster, consultó la

cuestión a la feligresía diseminada de
la parroquia y a las autoridades locales
y el proceso culminó con la firma de un
convenio de cesión, entre la parroquia
y la Comunidad Cenáculo.

La Comunidad del CenáculoLa Comunidad

Cenáculo es una asociación internacional
fundada en Italia por la Hermana Elvira
Petrozzi el año 1983.

Actualmente tiene 56 comunidades en

distintos países del mundo, entre ellos
los Estados Unidos, México, Brasil, Perú,
Argentina, Italia, Bosnia y Herzegovina,
Croacia, Eslovenia, Polonia, Austria, Francia,
 Inglaterra, Irlanda, Rusia y Eslovaquia.

La Comunidad Cenáculo utiliza un método

en la vida en fraternidad, a través del trabajo
 manual y la oración, con el acompañamiento
 de voluntarios y profesionales y la ayuda de
 otras personas que han pasado por el
proceso e rehabilitación.
Colaboran con la Comunidad voluntarios,

 consagrados y familias que viven y trabajan
 a tiempo completo y en total gratuidad al
 servicio de esta obra.

La «Casa Madre» de la Comunidad se

 encuentra en Saluzzo, una ciudad en la
 provincia de Cúneo (Piemonte), en el
noroeste de Italia.

A quienes llaman a las puertas de la Comunidad

se les propone un estilo de vida sencillo, familiar,
orientado a descubrir el trabajo vivido como
un don de Dios, la amistad verdadera y la fe
en la Palabra de Dios, hecha carne en Jesucristo,
muerto y resucitado por nosotros.

Creemos que la vida cristiana, en su plenitud,

es la respuesta verdadera a cada inquietud
del hombre, y que nadie más de Aquél que
lo ha creado, Dios Padre, es capaz de reconstruir
los corazones confundidos y perdidos en una
vida sin sentido – explica la Comunidad Cenáculo –.
Nuestra fuerza quiere ser el Amor, aquel
Amor que nace de la cruz de Cristo y que
da vida a los muertos, libertad a los prisioneros
 y vista a los ciegos”.

“Somos nosotros los primeros en sorprendernos

de aquello que el Señor está obrando ante de
nuestros ojos y en darle las gracias porque
nos hace espectadores cotidianos de su
Resurrección, resultado de la cual cada día
vemos la vida sonreír en los rostros de
quienes habían perdido toda esperanza”,
reconocen.

El 30 de mayo de 1998, en la solemnidad

de Pentecostés, el obispo de Saluzzo,
entonces monseñor Diego Bona, reconoció
la "Comunidad Cenácolo" como "Asociación
Privada de Fieles".

La Comunidad recuerda como un momento

eclesial particularmente significativo la
peregrinación que hicieron a Roma en
compañía de su obispo el 16 de febrero
del 2000, Año del Jubileo.

Juan Pablo II saludó entonces “con afecto

al numeroso grupo de jóvenes de la Comunidad
Cenáculo, provenientes de Italia, Croacia y
Francia, guiados por el obispo de Saluzzo,
monseñor Diego Bona”.

“El Papa está con vosotros –dijo-, aprecia

vuestra obra y os recuerda en su oración.
No os desaniméis ante las dificultades. 
Que la cruz sea vuestro apoyo y que en
Cristo, muerto y resucitado, encontréis
el estímulo constante para perseverar en
el camino emprendido, de forma que seáis
testigos de esperanza en la sociedad”
(Cf. Juan Pablo II, Audiencia, miércoles 16
de febrero de 2000).

En enero de 2001 fue ordenado el primer

sacerdote de la Comunidad. Y en la
solemnidad de Pentecostés del mismo
año el obispo renovó la Aprobación
Eclesial para el Cenáculo como "Asociación
Pública de Fieles".

Para más información: 

http://www.comunitacenacolo.it/